Libro…
Beltrán plasma varios sentimientos en sus poemas principalmente
del amor no correspondido. En varios de ellos hace énfasis en la tristeza y el
deseo de encontrar el amor. Además su lucha constante en olvidar o revivir el
amor y conseguir la felicidad anhelada.
POEMA
VECES hay que tenemos diez mil años,
en que todo nos cansa y extenía,
en que somos tan viejos
como antiguas estatuas
que nada esperan y que nada quieren.
En que estamos ausentes, en que estamos
entre el ser y el no ser,
en que nos encontramos medio muertos,
en que nos encontramos medio vivos.
Puede el día amanecer nebuloso
o puede ser también lleno de sol,
pero para nosotros
nada será importante,
nada habrá que nos diga alguna cosa,
pues son días en que el alma se nos cae a pedazos
y tenemos la paciencia de Lázaro
o la indiferencia de Lázaro,
y arrastramos el cuerpo
como si fuera un fardo pesado.
Días en que no estamos ni alegres ni melancólicos,
en que nos faltan fuerzas
para llorar o sonreír,
días en que no tenemos el vigor suficiente
ni para ser cobardes o convertirnos en gloriosos héroes.
Días que no están registrados
en ningún calendario,
que no tienen mes ni año,
que vienen de muy lejos
junto con profundos, insoldables misterios,
días que nos separan del mundo,
días en que estamos solos, solos, solos,
sin solución, indefinidos días
tan vagos, tan informes,
que están al margen de los otros días.
Poema…
El poema habla sobre la indiferencia de las personas hacia
las cosas donde todo pierde valor. Se terminan los anhelos el alma cae a
pedazos, los sentimientos y sentidos parecen inertes. Los días parecen tan
iguales dejando a un lado disfrutar la vida y nuestra única compañía es la
soledad.
YA NO VERÉ LA LUZ
HOY ME pondré a llorar por no mirarte.
Me sacaré los ojos este día,
los llevare conmigo como Santa Lucía
y trataré, sin ellos de olvidarte.
Coraza de cristal era la mía
y, sin saber por qué, tuve que amarte.
Defiéndeme de ti, mira a otra parte,
no aumentes con tus ojos mi agonía.
Ya no veré la luz de primavera,
no sentiré en mis labios tus latidos,
no he de oír tu palabra pasajera.
Sin labios y sin ojos, sin oídos,
he de volver a ser lo que antes era
con la muerte de todos los sentidos.
Poema…
En este poema el amor no fue correspondido, la entrega de
este sentimiento provoca extrañar a la persona amada, sus besos, abrazos,
caricias con el tiempo no ha podido borrar esos recuerdos. No deja de pensar a
quien ama al verla revive recuerdos. La boca extraña sus besos, los oídos sus
palabras y los ojos ya no ven con ternura ni pasión.
Beltrán, N. (1996). Poesía completa. México: Edimex
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